En esta publicación analizaremos de nuevo el mundo de la Prevención de Riesgos Laborales, estudio que ya hemos realizado con anterioridad.
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¿Resulta importante la Prevención de Riesgos Laborales para las empresas? ¿Y para sus trabajadores? Veamos algunos conceptos clave.
De conformidad con el artículo 4.3 de la Ley 31/1995, de 8 de Noviembre, Ley de Prevención de Riesgos Laborales (en adelante, “LPRL”), se considerarán como daños derivados del trabajo, las enfermedades, patologías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo.
Cualquier trabajo desempeñado en una empresa comporta un riesgo, pudiendo materializarse en daños, como lo son los accidentes de trabajo, las enfermedades profesionales, fatiga…
Todas estas posibles consecuencias deben de ser tenidas en cuenta y es que producen costes humanos y económicos tanto para la empresa como para la sociedad en general.
Sin lugar a duda, el objetivo de las medidas de seguridad y de la prevención es el evitar que se produzca un accidente en el trabajo y que desencadene en una enfermedad profesional.
¿Conoces las diferencias entre accidente de trabajo y enfermedad profesional? ¿Existen otras posibles patologías?
El artículo 115 del Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social ha definido los accidentes de trabajo como “toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o consecuencia del trabajo que ejecuta por cuenta ajena”.
Es decir:
También lo podemos definir como el resultado de una alteración brusca e imprevista de la continuidad en la realización de las tareas por parte del trabajador, que puede producir lesiones en el mismo o en otros.
Podemos distinguir:
Además:
No obstante, lo anterior, no pueden ser considerados como accidentes de trabajo:
A mayor abultamiento de la figura del accidente, la Ley de Prevención en Riesgos Laborales tiene en cuenta los incidentes. Esto es, los sucesos que no causan lesión directa al trabajador, pero que dificultan el normal comportamiento del mismo y que pueden ser causas de un futuro accidente. Es lo que se conoce como accidentes blancos.
Las consecuencias del accidente de trabajo las podemos dividir en:
Debemos acudir el artículo 116 de la Ley General de la Seguridad Social, en donde definen enfermedad profesional como aquella que es contraída como consecuencia del trabajo por cuenta ajena, en las actividades que se especifican en el RD 1299/2006.
Para que surja dicha enfermedad profesional es necesario que sea provocada como consecuencia de las sustancias que en el apartado de enfermedad profesional vienen referenciadas.
Particularmente en el cuadro de enfermedades profesionales que viene mencionado en el RD 1299/2006.
Las enfermedades profesionales las podemos dividir en:
Para que haya una enfermedad profesional es necesario que se tengan en cuenta los siguientes factores:
Además de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, pueden derivarse otras patologías severas como:
Para evitar este tipo de daños surge la Ergonomía y Psicosociología aplicada en complemento de la llamada Medicina del Trabajo.
Podemos definir la Ergonomía como el conjunto de técnicas cuyo objetivo es la adecuación del trabajo a la persona.
Por su parte, la Psicosociología aplicada a la Prevención de Riesgos Laborales valora y analiza los factores de naturaleza psicosocial y organizativa existentes en el trabajo que pueden ser riesgos en la salud del empleado.
En cualquier trabajo, existen factores de riesgo que pueden afectar a la salud como pueden ser: los agentes mecánicos, físicos, químicos, biológicos, psicológicos, sociales e incluso morales.
Para evitar que surja cualquier tipo de accidente o enfermedad profesional, es necesario llevar a cabo una actividad preventiva adecuada, analizando y evaluando todos los posibles factores de riesgo y aplicando las técnicas que se estimen necesarias para conocer los efectos positivos y negativos que afectan a la salud.
En el caso de los negativos, deben ser eliminados o disminuidos en la medida de lo posible.
Frente a los negativos se encuentran los positivos, los cuales deben de ser promovidos y potenciados: las posibilidades de desarrollo profesional, personal y social del trabajador…
Sea como fuere, si existen riesgos laborales en los centros de trabajo, pueden producirse accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Y es que la salud puede deteriorarse, por lo que hay que buscar la manera de evitar cualquier tipo de afección a la salud, como puede ser la fatiga física o mental.
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