En mi primera publicación vengo a tratar el sector de los Esports desde una perspectiva jurídica tras el increíble incremento de popularidad que están teniendo hoy día, analizando desde un punto de vista técnico y a la vez didáctico, la legislación al respecto.
Los deportes electrónicos, como conocemos a los Esports en nuestro país, ha venido creciendo en la última década de forma exponencial, siendo cada vez más las personas que juegan videojuegos de forma competitiva y por diversión, lo consumen en forma de contenido para su entretenimiento y sintiéndolo y viviéndolo como un deporte tan infundado en nosotros como puede ser el fútbol o el baloncesto.
Con el cambio de paradigma que viene dándose en los últimos años, los jóvenes y no tan jóvenes, vienen cada día más, usando los Esports como medio de entretenimiento, así como el contenido que estos generan en las diferentes plataformas de contenido en streaming o formato vídeo, siendo clubes como Giants Gaming o Team Heretics análogos al Real Madrid o FC Barcelona, siguiendo con la similitud establecida con el deporte padre.
La popularidad aún viene siendo más abrumadora cuando personalidades de toda índole como los artistas J. Balvin y Travis Scott o el famoso jugador de fútbol Neymar Jr. se introducen en este sector, dotándolos de mayor interés al fijar a un público, que aparentemente no es objetivo, a pasar a serlo, interesarse y acabar quedándose en lo que conocemos como la rueda de los flujos de ingresos de los Esports.
Los deportes electrónicos tuvieron hasta no hace mucho, un gran punto de inflexión el cual fue generado por la creación de un club de la mano de Ibai Llanos y Gerard Piqué, fundando lo que hoy conocemos como “KOI”, ello en España causó un gran revuelo e hizo aún más que los Esports se llenaran de más valor, una más potente inversión y la fijación de muchísimas más empresas en el sector.
Desgraciadamente no existe legislación expresa que regulen los deportes electrónicos como tal y ello se debe a que no es considerado como un deporte a efectos españoles, en distinción de otros países como Francia o Corea del Sur que si los consideran un deporte.
Por ello y al no existir una legislación consolidada al respecto, venimos durante todo este tiempo usando la legislación que tenemos ya aprobada y más que aplicada en España en materia laboral, mercantil y de propiedad intelectual.
No obstante, los clubes y jugadores se han venido apoyando y regulando su actividad en base a los requisitos y reglas que establecen las competiciones a las que acceden, tales como pueden ser la Liga de Videojuegos Profesional “LVP” o la ESL.
Competiciones que, estableciendo desde una serie de reglas en cuanto a requisitos que deben cumplir los clubes en las distintas materias legales para poder acceder a la competición hasta las reglas de práctica deportiva y funcionamiento de la propia competición.
Si lo extrapolamos al derecho, pese a no tener validez legal más allá fuera de lo que se estipule en materia de contratos, es una buena forma, aunque privada entre empresa-empresa o empresa-particulares, de regularizar los Esports en defecto de una Legislación Consolidada que ayude a los Esports a tener relevancia y seguridad jurídica.
Los Esports dan cada día más empleo a un sinfín de personas especializadas en diferentes oficios tales como pueden ser diseñadores gráficos, editores de vídeo, abogados, ingenieros, jugadores, coaches, psicólogos deportivos… entre otros.
Todos estos empleos vienen regulados, al igual que cualquier otro empleo, por el Estatuto de los Trabajadores, en este caso hablamos de empleos por cuenta ajena, es decir, trabajar para la empresa/club de Esports y para ello, debemos observar una serie de concurrencias que se deben de dar en este tipo de contratos para que exista seguridad laboral y jurídica para el trabajador:
Todo ello mencionado es determinante para la creación de un contrato que cumpla con lo reglamentario, por ello, deberemos de fijarnos y verificar que nuestros intereses y derechos no se ven mermados con el contrato que accedemos a firmar.
Los Esports en España se entiende como un concepto nuevo en nuestra sociedad y que, pese a que los videojuegos si tienen mucho más recorrido, no es hasta estos últimos años cuando se ha empezado a movilizar el sector.
Por ello, una legislación que regule a los Esports, deberá de darse pues el derecho debe cubrir aquellas necesidades que los españoles tenemos y que, si bien es cierto que este sector está siendo capaz de crecer y valerse con las herramientas, medidas y legislación que ya tenemos, siempre es positivo contar con legislación específica al respecto.
Los deportes electrónicos son la nueva pirámide a descubrir y por ello, debemos ser capaces de entender al sector y con ello todo lo que le rodea.