El panorama internacional está de luto tras la muerte de la Reina Isabel II. En este artículo se analizará su vinculación con el deporte ecuestre. ¿Cuáles eran las razones por las que amaba este mundo?
La Reina de Inglaterra falleció la semana pasada a los 96 años. Isabel II permaneció en el trono durante siete décadas, estando vinculada durante toda su vida al mundo ecuestre. Su pasión por los caballos proviene de su padre, Jorge VI, convirtiéndose en la embajadora del TURF británico y también a nivel mundial.
Con una gran cuadra y una larga trayectoria tanto como criador y como propietario, su padre, Jorge VI, ganó cinco clásicos, incluyendo los obtenidos con Sun Chariot en 1942. Esta afición es la que heredó su hija Isabel II, la cual ganó diversas competiciones destacando la carrera clásica francesa o la Copa de Oro de Ascot en el 2013 en donde los aficionados disfrutaron de tal evento deportivo.
Incluso, su abuelo, el Rey Jorge V, le regaló cuando era pequeña, particularmente un poni de raza Shetland, pasión que ha perdurado el resto de su vida.
Por su parte, su gran arraigo por el TURF hizo que los jeques árabes se interesaran por esta disciplina, destacando los hermnos Maktoum o el Príncipe Khalid Abdullah. Durante décadas, su cuadra estuvo dirigida por John Warren, destacando la temporada de 2021, con treinta y seis victorias.
Adicionalmente a su pasión como criadora o propietaria, Isabel II asistía a los entrenamientos de sus caballos e, incluso daba grandes paseos con sus animales por las fincas y caminos. Tal fue así, que, durante el pasado mes de abril, la reina celebró su cumpleaños junto con sus dos ponies.
Tradición mantenida por su familia desde hace siglos que esperamos que el nuevo Rey, Carlos III, mantenga como actual monarca del Reino Unido.
Fuentes: Marca y El Financiero
